Es el hábito de rechinar o apretar los dientes de manera involuntaria sin propósito funcional. Suele ocurrir mientras se está durmiendo y se produce en determinadas fases del sueño. También puede producirse de día en situaciones de tensión y concentración extrema.
Mediante férulas sintéticas especiales se pueden proteger los dientes y evitar que se desgasten. Existen también ejercicios fisioterapéuticos que ayudan a relajar la musculatura de masticación. Cualquier cosa que reduzca efectivamente el estrés puede ayudar. Si el bruxismo tiene un origen psíquico es recomendable someterse a un tratamiento psicológico en los casos más graves.